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Revista de Educación Nº 376
CULTURA
“EN EL ÁMBITO DE LA CIENCIA, SON
MENOS LAS MUJERES QUE ESTÁN
A CARGO DE LABORATORIOS DE
INVESTIGACIÓN, EN PUESTOS
DIRECTIVOS, AHÍ HAY UNA BRECHA
ENORME. Y ESTO NO LO DIGO YO,
LO DICEN TODOS LOS ESTUDIOS”.
LAS BRECHAS
QUE AÚN EXISTEN
¿EN QUÉ ÁREAS LAS
MUJERES CHILENAS
ESTAMOS ATRASADAS
RESPECTO A LOS HOMBRES?
En términos concretos, en los salarios. En el
ámbito de la ciencia, que es lo que compete
al libro, son menos las mujeres que están
a cargo de laboratorios de investigación,
en puestos directivos, ahí hay una brecha
enorme. Y esto no lo digo yo, lo dicen todos
los estudios.
En otras áreas se hamasificado la presencia
de las mujeres, por ejemplo, en física,
química, biología, medicina y astronomía.
Pero en los puestos de responsabilidad, hay
una gran brecha, marcada por prejuicios
que atraviesan todas las actividades de
la mujer en el espacio público: que se van
a embarazar, que van a pedir licencia por
los hijos, etc. ¿Y si se suman las veces que
los hombres faltan al trabajo porque se
quebraron el pie jugando a la pelota? Está
comprobado, las mujeres no faltan más que
los hombres a trabajar.
Y VOLVIENDO A LA
EDUCACIÓN, ¿QUÉ OCURRE
CON EL CURRÍCULUM
OCULTO, SE TRASPASAN
COSAS CULTURALMENTE QUE
MANTIENEN ESA BRECHA?
Hemos avanzado bastante, incluso a nivel
latinoamericano, pero vivimos atravesados
por los medios de comunicación, que van
completamente al revés de lo que uno
esperaría que ocurriera. Cuesta competir
contra la televisión, internet, donde el
estereotipo sigue siendo el mismo, donde
se identifica a las niñitas con el rosado y a
los niñitos con el celeste, donde la mujer
sigue siendo un objeto de placer para
los hombres y no una persona que puede
desarrollarse por sí misma.
Eso en la escuela está muy instalado
también. El currículum oculto de la escuela
es mucho más difícil de erradicar. La
profesora que le dice a la niña: “Pero cómo
vas a andar jugando como los hombres”, lo
que le está diciendo es que las niñas tienen
que ser diferentes, que no pueden andar
corriendo en el patio, que no pueden jugar a
empujarse y una serie de cosas. No lo hacen
con mala intención, pero es algo que se ha
naturalizado. Lo mismo se observa cuando
un profesor le dice a un niño: “¡Cómo vas a
estar llorando!”
Ahí jugaría un rol importante la formación
de los profesores, para que no se repliquen
esas prácticas.
Me da la impresión de que en la mayoría
de las escuelas de pedagogía el tema de
la perspectiva de género no es parte de
la formación inicial docente, solo lo ven
como algo aislado. Hay temas que tienen
que ser transversales en educación: género,
medio ambiente, derechos humanos, no se
trata de hacer un ramo de eso, pero hay
que incorporarlos en toda la estrategia, en
los ramos de metodología, de historia de la
educación y de las especialidades.