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Revista de Educación Nº 376
CULTURA
¿CUÁL FUE LA TESIS
PLANTEADA PARA
DESARROLLAR ESTE LIBRO, ES
DECIR, SU HILO CONDUCTOR?
Es una publicación que el Museo hace no solo
para un público especializado, sino para uno
no especializado pero al que le interesa la
historia o la ciencia. Está en esa lógica y es
parte de una investigación mayor.
La tesis apunta a visibilizar a la mujer. Eso es
algo macro para el proyecto completo. En
esta primera etapa, quería analizar por qué
había sido tan lento el proceso del acceso
de la mujer a la universidad. El año en que
se promulga el decreto Amunátegui -que
declara que “lasmujeres deben ser admitidas
a rendir exámenes válidos para obtener
títulos profesionales, con tal que ellas se
sometan para ello a lasmismas disposiciones
a que están sujetos los hombres”- no entran
mujeres, en la década siguiente entran
las primeras y en esos 10 primeros años
se deben haber titulado unas 10. Es una
proporción mínima, aun considerando que
no toda la gente podía ir a la universidad.
El libro concluye en 1930, porque al cumplirse
los 50 años del decreto Amunátegui en
1927, se hizo una recopilación que se
publicó el año 1928. Y con eso ya se tiene
una idea de lo que estaba pasando: cuántas
mujeres habían estudiado hasta la fecha,
en qué áreas, etc. ¿Qué estudiaban más
las mujeres? Pedagogía. También ciencias,
pero aquellas vinculadas con el cuidado
de la salud: medicina, enfermería. En
ingeniería es inexistente la presencia de las
mujeres, entonces algo pasa ahí. Hay una
representación acerca de por qué tienen que
estudiar las mujeres y esa representación va
haciendo que este proceso sea lento.
Es cierto que se creó el decreto Amunátegui,
pero todos sabemos que es letra muerta si
una serie de otras cosas no van de la mano.
Aun cuando el texto decía que las mujeres
deben ser admitidas a rendir exámenes
válidos para obtener títulos profesionales,
la calidad de su educación era infinitamente
inferior a la de los hombres. Si se analizan los
programas, ellos estaban más capacitados
que ellas para que les fuera bien en esos
exámenes.
Si analizamos el tema desde la perspectiva
de género, en las Escuelas Normales de
mujeres –esto es un poco distinto porque
no eran conducentes a la universidad,
pero se egresaba con un título- , durante
mucho tiempo no se estudió la Constitución
política, eso solo se enseñaba en las Escuelas
Normales de hombres. Lo mismo ocurría con
algunos ramos científicos. Por lo tanto, ya en
el currículum había una discriminación.
¿CUÁL ES EL EPISODIO
QUE MARCA UN HITO EN
RELACIÓN CON LAS MUJERES
Y LA CIENCIA?
El hito es en la década de 1870. En 1877
se promulga el decreto Amunátegui, que
señala que las mujeres deben ser admitidas a
rendir exámenes válidos para obtener títulos
profesionales. Hubo una discusión previa,
que empezó a principios de esa década,
cuando Isabel Lebrún de Pinochet y Antonia
Tarragó solicitaron que las niñas de sus liceos
pudieran dar exámenes para entrar a la
universidad. Pero en estricto rigor, lasmujeres
nunca tuvieron la prohibición en Chile de
estudiar en la universidad, nunca hubo un
papel que dijera que ellas no podían entrar,
sino que era un asunto de la costumbre.
Lo interesante es que las mujeres tenían
muchas veces los mismos prejuicios con
respecto a por qué sus pares no podían
estudiar, entonces hay un discurso femenino
en contra, no son solo hombres quienes se
oponían. Por supuesto, había hombres que
estaban a favor de que lasmujeres estudiaran,
aquellos de los sectores más liberales.
Obviamente las mujeres que querían
estudiar pertenecían a una élite intelectual,
de sectores acomodados. Eran hijas nacidas
en familias liberales, por eso sus padres las
apoyaron. En cambio, a lasmujeres del pueblo
se les educaba para tener un oficio y punto,
no entraba ahí la lógica de que pudieran
desarrollarse profesionalmente.
MUJERES QUE JAMÁS
SE OLVIDARÁN
¿QUÉ NOMBRES SON
DESTACABLES EN AQUELLA
ÉPOCA Y POR QUÉ?
Hay una mujer que escapa al ámbito de la
ciencia, pero me pareció interesante incluirla
en mi libro porque en ella están reflejados los
prejuicios de la época. Es Matilde Throup, quien
se convirtió, en 1892, en la primera abogada
chilena y sudamericana. Postuló al cargo de
notario y eso desencadenó en Chile un conflicto
mayor. Le dijeron que no podía postular porque
los notarios tenían que hacer testamentos y
las mujeres tenían prohibido ser testigo en
los testamentos. Esto llegó hasta el poder
judicial. La corte falló diciendo que tanto los
hombres como las mujeres tienen el mismo
derecho porque están ejerciendo las mismas
funciones al ser notarios en Chile. Fue tanto el
revuelo del caso que años después, cuando se
quiso titular la primera abogada en Argentina,
a quien le estaban generando un montón de
problemas, desde ese país vinieron a Chile a
investigar el caso para desde esa jurisprudencia
poder defenderla y lo mismo ocurrió con unas
estudiantes que no podían titularse en Bélgica.
Chile sentó un precedente muy importante.
Otras mujeres destacadas fueron las doctoras
Eloísa Díaz y Ernestina Pérez. Ambas eran muy
jóvenes: Eloísa dio sus exámenes de bachillerato
a los 15 años y Ernestina entró dos años
después, pero era tan brillante que la alcanzó,
fue adelantando cursos y salieron juntas de la
universidad. Se titularon con una semana de
diferencia.
Ernestina trabajó mucho en divulgación
de la investigación científica, combatió la
tuberculosis, la higiene en las mujeres y el
alcoholismo, que sigue siendo un problema de
primera orden en Chile. En cambio, Eloísa se fue
por la línea educativa, fue la primera responsable
del Servicio Médico Escolar de Chile. Era una
mujer notable en términos de gestión.