Revista de Educación Nº 386
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CONVERSANDO A FONDO
¿Qué significa para Ud.
haber recibido la Medalla
Alma Mater UC, que sólo
ha sido entregada en cinco
oportunidades?
¿Cuál es el rol actual de la
TV? ¿Y qué entendemos
hoy por educar con la TV:
transmitir contenidos,
formar en valores,
desarrollar las habilidades
socioemocionales, formar en
áreas de índole afectiva?
En el ámbito de la
investigación de la industria
televisiva, en temas como la
TV educativa por ejemplo,
¿qué planteamientos
novedosos han tenido sus
trabajos?
Pero, ¿qué planteamientos
nuevos ha formulado en esa
área?
Un día, bien temprano en la mañana,
vino el decano Eduardo Arriagada a esta
Facultad (de Comunicaciones) y me dijo:
“Valerio, se ha decidido esto…”. Quedé
absolutamente sorprendido, no tenía la
menor idea. Éste fue un proceso largo, me
dijo el decano, y se mantuvo en secreto.
No me lo esperaba, honestamente.
Ha sido una emoción muy grande, mi caso
tiene una particularidad. Yo trabajé en la
UC en la vicerrectoría de Comunicaciones
hasta 1977, cuando fui exonerado. Fueron
años difíciles laboralmente, mi familia
sufrió los problemas de mi cesantía. Seguí
trabajando en televisión, pero recién el año
82 me pude estabilizar un poco al entrar
a una ONG de Comunicación y Cultura
llamada Céneca. Ahí me especialicé en
recepción de audiencia. Después de pasar
esas vicisitudes, el 2005 la universidad
me llama nuevamente a trabajar y que el
2019 me den este Premio, es inesperado,
sorprendente y emocionante.
Mi aporte ha sido relevar que a partir de la
neurociencia y las teorías de la evolución
del desarrollo, hay una nueva concepción
del niño. Ahora tiene una cantidad de
competencias, que antes eran negadas por
otras teorías, como las conductistas que
planteaban que estaba vacío y que había
que llenarlo de contenidos definidos por
la sociedad. La educación cambia, pues si
el niño tiene competencias internas, éstas
para desarrollarse necesitan articularse
con la sociedad, entonces no es que la
sociedad decida hacer lo que quiera con
el niño sino que tiene que desarrollar
las competencias que él/ella posee.
Estamos frente a una imagen del niño
muy distinta que, entre otras cosas, hace
que las Naciones Unidas el año 89 diga:
“El niño es sujeto de derechos”, no objeto
de acciones de los demás. Y por lo tanto
hay que darle una atención especial. Ése
es un elemento clave.
Por otra parte, la neurociencia ha puesto
de manifiesto otro aspecto: la inteligencia
emocional. El niño no solamente tiene
que aprender matemática, geometría y
lectoescritura, sino que tiene capacidades
socioemocionales que son esenciales. Hay
producciones en TV hechas en Europa,
EE.UU. y Canadá, que están trabajando
en esta área.
Me he centrado en dos áreas:
1) La TV pública.
Participé de la reforma
del año 92, que hizo de TVN (Televisión
Nacional de Chile) una empresa muy
distinta a las otras estaciones de TV pública
de América Latina que, prácticamente, son
manejadas por el gobierno y constituyen
un servicio de propaganda del mismo.
Esas estaciones de TV hoy están pésimo:
no tienen audiencia ni credibilidad,
además de presentar un importante
desfinanciamiento y en bastantes casos,
corrupción. Pero TVN, con esta reforma que
mencionaba, quedó como una empresa
autónoma del gobierno y con un directorio
que vela especialmente por el pluralismo
político. En mi trayectoria he estado
permanentemente mirando TVN y viendo
los problemas que se van presentando, por
eso creo que hoy día el canal tiene que
volver a revisar algunas cosas.
2) Los géneros televisivos.
He trabajado
en diversas áreas de programación de
TV, pero una vez en la universidad me he
dedicado al tema TV y niños. Creo que ahí
he hecho un aporte, al destacar que la TV
hoy día puede ser un aporte educativo
muy valioso.
CAMBIOS
RECIENTES EN
LA INDUSTRIA
DE LA TV
La TV es un medio capaz de llegar a tocar
las áreas socioemocionales de los niños
porque trabaja con signos concretos, no
con palabras o números abstractos. Este
lenguaje de la TV es capaz de contar
historias y que emocionan, entretienen
e identifican a los niños. Aquí se abre un
recurso extraordinariamente potente para
la educación socioemocional, que está
vinculada a los valores y actitudes positivas.
Por ejemplo, “Dora La Exploradora”, una
niñita de origen centroamericano muy
activa, que siempre está haciendo alguna
tarea en beneficio de algún amigo. En
cada aventura de 20 ó 22 min. ella piensa
cómo llevar su misión a cabo. Esas son
justamente las capacidades ejecutivas:
planificar una acción, realizarla, evaluar
en qué etapa va, ver si necesita ayuda,
detectar si hay obstáculos y cómo podría
superarlos. Aquí no estamos hablando
de 2 + 2 son 4 ni soltando la mano para
entrenarla en caligrafía, estamos hablando
de capacidades socioemocionales.
Otro ejemplo sería “Jorge El Curioso”, es un
monito que se mete en muchos problemas,
pero tiene una enorme capacidad para
resolverlos. En este caso se estimula la
capacidad creativa, la constancia, el
ensayar una y otra vez, la flexibilidad de
la mente para decir “esto no me resultó,
ensayemos con otra cosa”.