Su paso por nuestro país no fue casualidad.
Maggie, la actual mejor docente del
mundo, estuvo en Santiago y Temuco
gracias a la Fundación Elige Educar.
Inició su recorrido en la Escuela Salvador
Sanfuentes de la capital, concluyendo
en Quelhue, en la Novena Región, donde
visitó al profesor Eligio Salamanca, quien a
fines del año pasado fue destacado como
el mejor docente chileno (ver reportaje
publicado en sección En el Aula).
En Santiago dictó charlas, dirigidas tanto
a docentes como a público general, en
las que dio a conocer su experiencia
como profesora en condiciones adversas,
y al mismo tiempo ayudó a promover
la versión 2017 del “Global Teacher
Prize”, más conocido como el “Nobel de
los Profesores”, reconocimiento que la
Fundación Varkey otorga todos los años a
un docente destacado en su área a nivel
mundial.
Nació en un pueblo canadiense en la zona
rural de la región de Nueva Escocia, el cual
se encuentra en una reserva del pueblo
paq’tnkek. Tenía muchos compañeros
de cursos indígenas. Esto marcó su vida,
porque ella y su familia convivían a diario
con ellos y vivían en su tierra, por ende
sus padres le enseñaron desde pequeña
la importancia de la buena convivencia y
respeto a los pueblos originarios.
Su amor por el deporte la llevó a estudiar
cinética (el movimiento del cuerpo) en
la Universidad de Saint Francis Xavier, de
Nueva Escocia. Al terminar los estudios
Maggie postuló a una pasantía en el
Instituto Internacional Coady para trabajar
en Botswana, Congo y Burundi, en África,
en donde se desempeñó en programas
deportivos para refugiados y en centros
donde cuidaban a niños con SIDA.
Luego de pasar cinco años en el
continente africano decidió volver
a Canadá. Estando afuera de su país
fue testigo de la enorme desigualdad
e intolerancia que existe ante los
pueblos indígenas. A raíz de eso, y por
A sus 37 años, esta profesora -“la mejor del mundo” luego de ganar en marzo
el concurso “Global Teacher Prize 2016” en Dubái- vino a Chile para dar a
conocer su trabajo con la comunidad inuit en el extremo norte de Canadá,
en donde viven 1.400 personas en condiciones extremas. En siete años logró
alejar a sus alumnos de la deserción y encaminarlos a un futuro mejor. A
continuación les contamos su increíble historia de enseñanza y resiliencia,
que ella forjó en jóvenes que carecían de esperanza.
En 2010 Maggie
MacDonnell aceptó el
trabajo de docente en la
localidad de Salluit, en
la provincia de Quebec,
a la que únicamente
se puede acceder en
avión. Allí había una sola
escuela llamada Ikusik,
con 200 alumnos. Ella se
hizo cargo inicialmente
de un grupo de 10, todos
hombres entre los 13 y 18
años de edad.
PROTAGONISTAS
LA DOCENTE QUE
ENSEÑA EN EL ÁRTICO
MAGGIE MACDONNELL
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PROTAGONISTAS
REVISTA REVEDUC
MINISTERIO DE EDUCACIÓN
Nº 380 /2017