El éxito de un alumno de liceo técnico: Doble Puntaje Nacional en la PDT

Se preparó con ganas. Y así es cómo le fue al estudiante Waldo Pavez Yáñez: 850 puntos en Matemáticas y Ciencias en la PDT (Prueba de Transición para la Admisión Universitaria). Y es que tal como señala Carlos Sepúlveda, director del Liceo Bicentenario Politécnico San José de Curicó donde él estudió: “Siempre se puede, con esfuerzo, con tesón, con ánimo de proyectarse, como lo hizo Waldo. Todo es posible en la medida que uno quiera y tenga la voluntad de hacerlo”.

Waldo salió del Liceo Bicentenario Politécnico San José de Curicó donde estudió, con promedio 6,8. Estaba trabajando en la constructora Galilea donde realiza su práctica cuando lo llamaron por teléfono: con 850 puntos, era Puntaje Nacional en Matemáticas y Ciencias.

“En Matemáticas lo esperaba, pero en Ciencias esto me sorprendió desprevenido –cuenta en entrevista con Revista de Educación-. En ese momento exacto estaba haciendo las terminaciones de un departamento. Después, mi familia me celebró en la casa, vivimos en un sector llamado Los Guindos (a 7,6 km. de Curicó, Región de El Maule). Y unos días después fui a un desayuno al Palacio de La Moneda en Santiago, donde fueron invitados otros Puntajes Nacionales”.

Allí tuvo la oportunidad de estar con el Presidente de la República, Sebastián Piñera y otros Puntajes Nacionales, y también de conocer La Moneda por dentro. Aunque había estado antes, le encantó recorrer mejor ese edificio emblemático de nuestro país. Sus salones, cada uno con su propia estética, es lo que más le llamó la atención.

“MIS PROFESORES ME MOTIVARON A SEGUIR ESTUDIANDO”

Este joven de 18 años, ya en 3° Medio tuvo claro que su destino sería Ingeniería Civil Mecánica en la Universidad Técnica Federico Santa María, en Valparaíso. Pero no llegó a esa convicción por azar: “Estuve informándome bastante acerca de las distintas carreras y ésta me pareció atractiva porque tiene un amplio campo laboral y dice relación con crear y reparar maquinaria, incluso en el ámbito de la energía renovable. También, averigüé sobre las universidades. Me gustaría trabajar en una empresa donde pudiera aportar en el diseño de tecnología para aprovechar mejor la energía solar o la eólica, por ejemplo. Creo que ahí está lo que regirá el futuro”.

_ ¿Qué le dirías a otros estudiantes para tener éxito en la prueba de admisión universitaria?

 _ Aquí no se trata de una estrategia específica de estudio, sino de todos los días repasar la materia del colegio. En mi caso, cuando ya me la sabía, la seguía “leyendo” en mi mente, la recitaba de memoria, pero para eso estudiaba dos o tres horas al día. Por lo tanto, lo que yo les diría a otros jóvenes es que se organicen y destinen tiempo para el estudio, las cosas no se aprenden de un día para otro, hay que esforzarse todos los días para ir mejorando más y más. Además, les sugeriría informarse muy bien acerca de las carreras que podrían seguir, no quedarse con lo básico, atreverse a preguntar a personas que sepan sobre el tema o que hayan estudiado carreras que les parezcan interesantes.

Y si a alguien, además de su propio esfuerzo, atribuye sus logros en la PDT (Prueba de Transición para la Admisión Universitaria), Waldo rápidamente menciona a sus profesores de colegio, pues siempre lo animaron a seguir adelante, a soñar en grande. Y aunque declina dar un nombre en específico, porque señala que todos contribuyeron por igual, afirma: “Hubo momentos en que tuve dudas sobre qué hacer exactamente y ellos me guiaron bastante. Mis profesores me motivaron a seguir estudiando”.

Cabe mencionar que él no solo se concentró en aprender bien los contenidos del colegio, también se preparó –en modalidad online- en dos preuniversitarios: en 3° medio, en Cepech y en 4° medio, en Cepech y Pedro de Valdivia.

“ES UN TREMENDO ORGULLO”

Carlos Sepúlveda, director del Liceo Bicentenario Politécnico San José de Curicó donde estudió Waldo, afirma que esta noticia ha sido un tremendo orgullo para ellos. “El mérito es de él finalmente, pero para el colegio significa mucho porque nos muestra que hay posibilidades tremendas de que alumnos del área técnico profesional, que están en desventaja frente a los de liceos humanista-científicos, pueden alcanzar estándares de excelencia e ingresar a la universidad, como lo hizo Waldo”.

De hecho, este Liceo cuenta con 850 estudiantes desde 1° medio a 4° medio, muchos de los cuales provienen de colegios rurales, de sectores muy alejados de la ciudad. Y aquí se imparten las especialidades de Electrónica, Refrigeración y Climatización, Construcción mención Edificación –que es lo que estudió Waldo-, Construcciones Metálicas y Administración mención Recursos Humanos.

¿Ustedes esperaban que algunos de sus alumnos fuera Puntaje Nacional o doble Puntaje Nacional? ¿Fue una sorpresa?

A Waldo lo conocemos desde 1° medio, siempre destacó por su gran capacidad intelectual, es un excelente alumno. Esperábamos que les fuera bastante bien a él y otros estudiantes, pero no imaginamos tener un doble Puntaje Nacional, en eso hay que ser honestos, porque somos un colegio técnico profesional y  no nos centramos en el éxito en una prueba, en este caso la PDT. Sin embargo, hemos puesto mucho esfuerzo  en mejorar los aprendizajes de nuestros alumnos, sobre todo con el sello Bicentenario que tenemos desde el año 2019.

El hecho de ser Liceo Bicentenario, ¿se ha traducido en cambios o mejoras que pueden haber influido en los logros obtenidos en la PDT?

El sello Bicentenario apunta a que los estudiantes logren un 80% mínimo de aprobación en todo. Por lo tanto, el estándar aumenta y la calidad de las clases y la profundización de contenidos, también. Hemos trabajado para eso, pero fue una sorpresa de todas maneras.

Hay que tener en cuenta que nuestro colegio tiene 30 años de tradición, nuestro lema es: “Hacer siempre y en todo, lo mejor”. Hay un trabajo que parte desde el proyecto educativo, del ideario valórico, y la misión y visión que tiene nuestro proyecto se basa obviamente en los estudiantes: excelencia, siempre.

El ser Liceo Bicentenario, ¿qué nos trajo? Un ordenamiento, una mirada, un foco en el estudiante y en la calidad de la enseñanza con altos estándares de excelencia. Mucho trabajo colaborativo. Esos son los elementos que nos aportó y que nos movilizó como equipo directivo para generar todas las condiciones de aprendizaje, que son las que Waldo reconoce y que lo ayudaron a tener tan buenos resultados. Sabemos que él hizo preuniversitarios, pero tal como él mismo ha dicho, si no hubiera sido por la continuidad de estudios que tuvo –online en los años de la pandemia por COVID-19 – sus resultados quizá no serían los de hoy .

Para nosotros fue un tremendo desafío instalar el sistema educativo a distancia, con los estándares Bicentenario, pero lo logramos. Incluso instalamos un acompañamiento online a aquellos estudiantes que necesitaban reforzar contenidos para la PDT,  talleres que estuvieron a cargo de la profesora Sofía Bahamondes.

¿Cómo ha sido la reacción de la comunidad educativa con los resultados de Waldo?

Para los profesores, una tremenda alegría, aun cuando para quienes lo conocían esto no fue una gran sorpresa por su capacidad intelectual.

Waldo ha hecho del lema del colegio, su lema: “Hacer siempre y en todo, lo mejor”. Después de conocer la noticia de ser doble Puntaje Nacional,  no abandonó su práctica, se ha complicado un poco con algunos desayunos de celebración a los que lo invitamos porque tiene que pedir permiso, pues está trabajando. Ha sido muy responsable en terminar lo que empezó: obtener su título de técnico en construcción.

Estamos felices por él y su familia. Sus padres son gente de esfuerzo, que viven en el sector Los Guindos, en una zona conocida también como Sarmiento, al norte de Curicó. Trabajan en la agricultura y Waldo se crió en el campo, con ellos. Ése es el mérito: ¡Sí, se puede! Él usó todos sus talentos y buscó todas las alternativas para desafiarse a él mismo y mirar hacia adelante.

¿Qué le diría a los jóvenes que pasaron a IV Medio y que este año rendirán la PAES (Prueba de Acceso a la Educación Superior), que reemplazará a la PDT?

Que siempre se puede. Que las brechas en educación se pueden superar, con esfuerzo, con tesón, con ánimo de proyectarse, como lo hizo Waldo. Todo es posible en la medida que uno quiera y tenga la voluntad de hacerlo.