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Políticas educativas

De la sanción al acompañamiento: ¿Cuáles son los próximos pasos del Simce?

Este año volverá a rendirse el Simce, tras dos años de pandemia, pero solo en 4° básico y II medio, pues el examen fue suspendido en otros tres niveles. ¿Hacia dónde apuntarán los cambios? Ya hay algunas señales: el acompañamiento y el mejoramiento continuo estarán en el centro de las modificaciones.

Este año volverá a rendirse el Simce, tras dos años de pandemia, pero solo en 4° básico y II medio, pues el examen fue suspendido en otros tres niveles. Tras 33 años de aplicación, este es un examen que está en pleno proceso de revisión y análisis, y el Mineduc anunció una reforma al modelo. ¿Hacia dónde apuntarán los cambios? Ya hay algunas señales: el acompañamiento y el mejoramiento continuo estarán en el centro de las modificaciones.

Tras dos años de suspensión, debido a la pandemia, en noviembre de este año volverá a ser aplicada la prueba Simce, pero no según su plan original. Luego de que el Ministerio de Educación presentara una propuesta para suspender el examen, el Consejo Nacional de Educación (CNED) accedió a no realizar el examen en los niveles de 2°, 6° y 8° básico, en todas las áreas, y en el área de Ciencias Naturales en II medio.

Por el contrario, sí tendrán que rendir el Simce censal -no muestral- los estudiantes de 4° básico y II medio, en las asignaturas de Lectura y Matemática. Además, a diferencia de versiones anteriores, el CNED también accedió a dejar sin efecto las consecuencias que tenían los resultados de esta prueba en los establecimientos, es decir, la clasificación de las escuelas en categorías de desempeño y la posibilidad de cierre de los establecimientos mal evaluados.

El Mineduc destacó que esto último era lo más importante para la decisión, pues va en línea con la reforma al Sistema de Aseguramiento de la Calidad (SAC) que prontamente impulsará a través de un proyecto de ley. Ese trabajo está en pleno proceso y para ello el ministerio está realizando una ronda de consultas a comunidades escolares y expertos, como Alejandra Falabella, Bernardita MuñozChereau y Álvaro González (ver entrevistas más adelante).

¿Hacia dónde apuntará el nuevo sistema? El ministerio ya ha dado algunas señales. En el documento “Impulsando el cambio de paradigma”, publicado en septiembre, se explica que se avanzará hacia un Nuevo Sistema de Acompañamiento y Evaluación, que entregue asesoría a los establecimientos para su mejora.

“El cambio de paradigma educativo se juega en gran medida en cómo podemos impactar el núcleo pedagógico y las experiencias de aprendizaje de las y los estudiantes. Para esto es central repensar el sentido y la forma que hoy tiene la evaluación y el acompañamiento del sistema educativo”, dice el documento.

“Propondremos una reformulación al Sistema de Aseguramiento de la Calidad, con el propósito de promover un tipo de acompañamiento y evaluación que fomente el mejoramiento continuo, que resguarde el derecho a la educación, y que fortalezca el desarrollo de capacidades, la profesionalización, y el acompañamiento en distintos niveles del sistema educativo a lo largo de la trayectoria educativa”, agrega.

El origen y los trayectos del Simce

El debate sobre cuál es el mejor sistema para evaluar a los estudiantes es de larga data y ha ido cambiando conforme cambian también los enfoques pedagógicos. Durante la reforma del Presidente Eduardo Frei Montalva fue creado lo que vendría a ser el primer antecedente del Simce: la “Prueba Nacional de Habilidad Verbal y Matemática”, que se aplicó anualmente entre 1968 y 1971 a estudiantes de 8° básico.

Posteriormente fue creada la “Prueba de Evaluación del Rendimiento Escolar (PER)”, que tenía el doble objetivo de orientar a los padres para la elección del establecimiento escolar de sus hijos, y entregar información que asistiera al ministerio en sus funciones de supervisión y monitoreo de resultados, en el contexto de la descentralización de los establecimientos escolares.

Esta prueba la rindieron alumnos de 4° y 8° básico a partir de 1982. Se trató de un test con fines 100% pedagógicos y cuyos resultados no podían ser públicos ni estar ligados a sanciones. Se entregaban detallados por porcentaje de logro respecto a cada objetivo curricular por cada estudiante, en un sobre sellado, junto a diversos materiales (videos, manuales, instructivos y reportes) para saber cómo interpretar y utilizar dichos resultados.

Finalmente, la PER se suspendió entre 1985 y 1988, año en que comenzó el “Sistema de Medición de la Calidad de la Educación” (Simce), que se implementó para 4° y 8° básico de todas las escuelas del país. La Ley Orgánica Constitucional de 1990 establecía el mandato legal de hacer públicos los resultados por escuela, lo que recién ocurrió cinco años más tarde.

El reportaje completo lo podrán leer en la Revista de Educación N°400

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